Mario Benedetti nació en Paso de los Toros, Uruguay, en 1920.
Se educó en un colegio alemán y se ganó la vida como taquígrafo, cajero, vendedor, contable, funcionario público, periodista, traductor. De 1945 a 1975 hizo periodismo en el semanario Marcha, clausurado en esa fecha por la dictadura.
Es autor de novelas, cuentos, poesía, teatro, ensayos, crítica literaria, crónicas humorísticas, guiones cinematográficos, letras de canciones. Ha publicado más de 40 libros y ha sido traducido a 18 idiomas. Sus novelas y cuentos fueron adaptados a la radio, la televisión y el cine. Su teatro ha sido representado en más de diez países.
Fue director del Centro de Investigaciones Literarias de la Casa de las Américas, en La Habana, y del Departamento de Literatura Latinoamericana, en la Facultad de Humanidades de Montevideo. Tras el golpe militar de 1973, renunció a su cargo en la Universidad y tuvo que exiliarse, primero en Argentina, y luego en Perú, Cuba y España.
Tu espejo es un sagaz
Tu espejo es un sagaz
te sabe poro a poro
te desarruga el ceño
te bienquiere
te pule las mejillas
te despeina los años
o te mira a los ojos
te bienquiere
te depura los gestos
te pone la sonrisa
te transmite confianza
te bienquiere
hasta que sin aviso
sin pensarlo dos veces
se descuelga del clavo
te destroza
Táctica y estrategia
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos.
Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible.
Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.
Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos.
Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple.
Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites
10 comentarios:
Si bien lo aceptado es que Cristóbal Colón nació en Génova, algunas opiniones difieren en cuanto a su origen (catalán, castellano, francés, griego, etc). Por otro lado, la fecha de su nacimiento oscila entre el 26 de agosto y el 31 de octubre de 1451.
Era hijo de un matrimonio de humildes tejedores: Diego, Doménico o Domingo Colombo y Susana Fontanarrosa fueron sus padres.
Se interesó desde niño por la navegación y, desde muy joven, trabajó como grumete.
En 1477, cuando vivía en Lisboa (Portugal), se casó con Felipa Muñiz de Perestrello, con quien tuvo a su hijo Diego (en 1482).
Interesado por la geografía, leyó tratados y conoció los mapas que circulaban en su época. Deseaba llegar a las Indias Orientales, tierra en las que suponía que iba a encontrar grandes riquezas.
En 1484, al fallecer su esposa, viajó con su hijo a España y residió en el Convento de la Rábida. Allí, los monjes aceptaron sus teorías y proyectos.
En 1486 los Reyes Católicos lo recibieron por primera vez en Alcalá de Henares (Madrid), pero una junta de expertos rechazó sus proyectos.
En 1488 conoció a Beatriz Enríquez de Arana, con quien tuvo a su segundo hijo, Fernando.
Con la ayuda de uno de los religiosos del convento, Fray Juan Pérez, logró el apoyo de los reyes de España, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, quienes solventaron económicamente la organización de la expedición.
El 17 de abril de 1492 se firmaron las capitulaciones de Santa Fe, que concedieron a Colón el título de almirante de la expedición, el de virrey de la tierra que conquistara y el diez porciento de la riquezas que pudiera traer a España.
El 3 de agosto de 1492, Colón partió de Puerto de Palos (España) y el 12 de octubre de ese año desembarcó por primera vez la tripulación en la Isla Guanahaní (luego bautizada como San Salvador).
Ya de vuelta en España relató sus experiencias en las Indias y tuvo una excelente recepción por parte de los reyes católicos.
A partir de entonces, Colón realizó otros viajes, pero ninguno logró tanto éxito como el primero.
Olvidado, triste y enfermo, el gran navegante falleció el 20 de mayo de 1506 en Valladolid, en compañía de sus dos hijos y de dos de sus fieles marinos.
En 1544 sus cenizas fueron trasladadas a Santo Domingo y, a partir de 1796, quedaron en la Catedral de La Habana.
david
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:%C3%81rbol_dioses_ol%C3%ADmpicos3.JPG
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:%C3%81rbol_dioses_ol%C3%ADmpicos3.JPG
Carlos
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/b/bd/Minerwa_from_Bath.jpg/564px-Minerwa_from_Bath.jpg
El modelo romano incluía una forma muy diferente a la de los griegos de definir y concebir a los dioses. Por ejemplo, en la mitología griega Deméter era caracterizada por una historia muy conocida sobre su dolor por el rapto de su hija Perséfone a manos de Hades. Los antiguos romanos, por el contrario, concebían a su equivalente Ceres como una deidad con un sacerdote oficial llamado Flamen, subalterno de los flamines de Júpiter, Marte y Quirino, pero superior a los de Flora y Pomona. También se le consideraba agrupado en una tríada con otros dos dioses agrícolas, Liber y Libera, y se sabía la relación de dioses menores con funciones especializadas que le asistían: Sarritor (escardado), Messor (cosecha), Convector (transporte), Conditor (almacenaje), InLa mitología romana, es decir las creencias mitológicas de los habitantes de la Antigua Roma, puede considerarse formada por partes. La primera, principalmente tardía y literaria, consiste en préstamos completamente nuevos procedentes de la mitología griega. La otra, mayoritariamente antigua y cúltica, funcionaba en formas muy diferentes a las de equivalente griega.sitor (siembra) y varias docenas más.
santiago
Los antiguos griegos tenían una gran cantidad de dioses del mar. El filósofo Platón comentó una vez que los griegos eran como ranas sentadas en torno a un estanque: sus muchas ciudades abrazaban estrechamente la costa mediterránea, desde el continente helénico hasta Asia Menor, Cirene, Sicilia y el sur de Italia. Fue natural, por tanto, el desarrollo de una rica variedad de divinidades acuáticas. Los dioses del mar griegos incluyen desde poderes primordiales y un olímpico hasta héroes mortales, ninfas ctónicas, personajes tramposos y monstruos.
Resulta valioso estudiar estos dioses por varias razones. Primero, porque debido a que el mar fue una amenaza importante a lo largo de la historia griega, una gran cantidad de pensamiento moral, cosmológico y mitopoético envuelve a sus divinidades. Segundo, la amplia variedad y rareza de los dioses del mar griegos parece encerrar pistas sobre la prehistoria de la religión griega.
santiago
En la mitología griega, Poseidón o Posidón (en griego antiguo Ποσειδῶν) era el dios del mar y, como «Agitador de la Tierra», de los terremotos. El nombre del dios marino etrusco Nethuns fue adoptado en latín para Neptuno (Neptunus) en la mitología romana, siendo ambos análogos a Poseidón. Las tablillas en lineal B muestran que Poseidón fue venerado en Pilos y Tebas en la Grecia micénica de finales de la Edad del Bronce, pero fue integrado en el panteón olímpico posterior como hermano de Zeus y Hades. Poseidón tuvo muchos hijos y fue protector de muchas ciudades helenas, aunque perdió el concurso por Atenas contra Atenea. Le fue dedicado un himno homérico.
La Teogonía de Hesíodo cuenta[1] cómo, tras el Caos, surgió Gea la de anchos pechos, la eterna fundación de los dioses del Olimpo. De su propio ser, «sin la dulce unión del amor», trajo a Urano, el cielo estrellado, su igual, para cubrirla a ella y a las colinas, y también a Ponto, la infructuosa profundidad del mar. Pero tras esto, cuenta Hesíodo, yació con su hijo Urano y engendró a los Titanes Océano, Ceo, Crío, Hiperión y Jápeto, y a las Titánides Tea, Rea, Temis, Mnemósine, Febe la de la dorada corona y la hermosa Tetis. «Tras ellos nació Crono el astuto, el más joven y terrible de sus hijos, y éste odió a su lujurioso padre.» Hesíodo menciona que Gea concibió más descendencia con Urano. Primero los Cíclopes gigantes de un solo ojo, constructores de murallas, a los que posteriormente se les dieron nombres: Brontes (‘el que truena’), Estéropes (‘el que da el rayo’) y Arges (‘el que brilla’): «Había fuerza, poder y destreza en sus obras.» Luego añade los tres terribles hijos de cien manos de la Tierra y el Cielo, los Hecatónquiros, Coto, Briareo y Giges, cada uno con cincuenta cabezas.
Urano escondió a cíclopes y hecatónquiros en el Tártaro, el mundo de las profundidades y la oscuridad, donde no pudieran ver la luz, y se regocijó de su maldad. Esto provocaba gran dolor a Gea (el Tártaro era su vientre), por lo que creó un pedernal gris (o adamanto) y de éste fabricó una gran hoz, y reuniendo a los titanes les pidió obediencia. Sólo Crono, el menor, se atrevió a tomar la hoz y castró a su padre cuando éste se acercó a Gea para yacer con ella. De las gotas de sangre y semen Gea concibió aún a más hijos: las fuertes Erinias, los Gigantes con armadura y las Melias (ninfas de los fresnos).
Crono arrojó al mar los testículos de Urano, donde produjeron una espuma de la que nació Afrodita. Por esto, afirmaba Hesíodo, Urano llamó a sus hijos «Titanes», ‘los que abusan’, ya que «con temeraria sensatez habían cometido un acto terrible por el que luego tendrían justo castigo», pues tal como Urano había sido depuesto por su hijo Crono, así él mismo estaba destinado a ser derrocado por el suyo. Para evitarlo, se tragaba a sus hijos tan pronto como éstos nacían. Gea le dio a la esposa de Crono, Rea, la idea que salvaría a su último hijo, Zeus: dar a Crono una piedra envuelta en pañales que pareciese un bebé. Entonces Gea crió a Zeus (según algunas versiones de la historia), quien finalmente rescataría a sus hermanos y hermanas, tragados por Crono, y también liberaría a los Cíclopes, Hecatónquiros y Gigantes del Tártaro. Juntos, Zeus y sus aliados derrocarían a Crono.
Tras la castración de Urano, Gea parió a Equidna y Tifón, engendrados por Tártaro. De Ponto tuvo a Nereo, Taumante, Forcis, Ceto y Euribia. Con Éter tuvo a Ergía, la diosa de la pereza y la holgazanería.
Zeus escondía a una amante, Elara, de Hera ocultándola bajo la tierra. El hijo que tuvo de ésta, el gigante Ticio, es por tanto considerado a veces hijo de Gea, la diosa de la tierra, y de Elara.
Gea también hizo inmortal a Aristeo.
Se cree por algunas fuentes[2] que Gea fue la deidad original tras el Oráculo de Delfos. Traspasó sus poderes a, según la versión, Poseidón, Apolo o Temis. Apolo es el mejor conocido como poder tras el oráculo, muy reconocido ya en tiempos de Homero, tras haber matado al hijo de Gea Pitón en ese lugar y usurpado su poder ctónico. Hera castigó a Apolo por esto enviándolo a trabajar como pastor durante nueve años con el rey Admeto.
Los juramentos prestados en nombre de Gea, en la antigua Grecia, estaban considerados entre los más sagrados.
En el arte clásico Gea era representada de dos formas. En las vasijas pintadas atenienses se la mostraba como una mujer entrada en años, medio levantada del suelo, a menudo dando el bebé Erictonio (un futuro rey de Atenas) a Atenea para que ésta lo criase. Más tarde, en los mosaicos, aparece como una mujer reclinada sobre la tierra rodeada por un grupo de Karpoi, dioses infantes de los frutos de la tierra
santiago
En la mitología griega, Poseidón o Posidón (en griego antiguo Ποσειδῶν) era el dios del mar y, como «Agitador de la Tierra», de los terremotos. El nombre del dios marino etrusco Nethuns fue adoptado en latín para Neptuno (Neptunus) en la mitología romana, siendo ambos análogos a Poseidón. Las tablillas en lineal B muestran que Poseidón fue venerado en Pilos y Tebas en la Grecia micénica de finales de la Edad del Bronce, pero fue integrado en el panteón olímpico posterior como hermano de Zeus y Hades. Poseidón tuvo muchos hijos y fue protector de muchas ciudades helenas, aunque perdió el concurso por Atenas contra Atenea. Le fue dedicado un himno homérico.
Carlos
En la mitología griega Hermes (en griego antiguo Έρμῆς) es el dios olímpico de las fronteras y los viajeros que las cruzan, de los pastores y las vacadas, de los oradores y el ingenio, de los literatos y poetas, del atletismo, de los pesos y medidas, de los inventos y el comercio en general, de la astucia de los ladrones y los mentirosos.[1] El himno homérico a Hermes le invoca como el «de multiforme ingenio (polytropos), de astutos pensamientos, ladrón, cuatrero de bueyes, jefe de los sueños, espía nocturno, guardián de las puertas, que muy pronto habría de hacer alarde de gloriosas hazañas ante los inmortales dioses.»[2]
Carlos
ARCO IRIS
A veces
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea
sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras
sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo
sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente
y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin deseperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía
llorar
sólo llorar
entonces su sonrisa
si todavia existe
se vuelve un arco iris.
AMOR DE TARDE
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
ESTOS SON 2 POEMAS DE MARI BENEDETTI.
TANIA
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