lunes, 14 de febrero de 2011

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER






Gustavo Adolfo Domínguez Bastida nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836 y murió en Madrid el 22 de diciembre de 1870, más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer fue un poeta y narrador español, que pertenece al movimiento de l romanticismo, aunque en una etapa literaria perteneció al realismo.
Sus mas conocidos trabajos son sus rimas y leyendas.
Gustavo Adolfo Becquer es hijo del pintor José Josézdomímguez Insausti su madre fue Joaquina Bastida de Vargas, tanto su hermano Valeriano Bécquer
(el pintor) como él, adoptaron artísticamente Bécquer como primer apellido en la firma de sus obras. Su padre José Domínguez Insausti fue un célebre pintor, que dejo huérfano a Adolfo a los cinco años; comenzó sus primeros estudios en el colegio de San Antonio Abad, para luego estudiar la carrera náutica en el colegio de San Telmo.
A los nueve años quedó huérfano también de su madre.
En 1862 llegó a vivir con Bécquer su hermano Valeriano, célebre en Sevilla por su producción pictórica pero no por eso más afortunado que Gustavo, y juntos vivieron al día uno traduciendo novelas o escribiendo artículos y el otro dibujando y pintando por destajo; mucho les costo a los hermanos seguir adelante de su infortunio y con el tiempo lograron juntos una modesta estabilidad y al otro escribir una oda por entusiasmo.
En septiembre de 1870 dejó de existir Valeriano duro golpe para Gustavo, que pronto enfermo sin ningún síntoma preciso, de pulmonía, que se convirtió luego en hepatitis para tornarse en una pericarditis que pronto había de terminar su vida el 22 de diciembre de ese mismo año.
Julia

lunes, 7 de febrero de 2011

martes, 1 de febrero de 2011

Conspiración en el Parque del Retiro de Avelino Hernández.Imágenes







La Fuente del Ángel Caído o Monumento del Ángel Caído se encuentra en los Jardines del Buen Retiro de la Villa de Madrid (España), en la Glorieta del Ángel Caído, sobre el solar que ocupaba la Fábrica de Porcelanas de la China, destruida durante la Guerra de la Independencia en 1813. Es obra de Ricardo Bellver (escultura principal) y Francisco Jareño (pedestal).

El escultor madrileño Ricardo Bellver (18451924) realizó en yeso la obra llamada El Ángel Caído. Al año siguiente ganó con ella, por cinco votos contra dos, la Medalla de Primera Clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes, celebrada en Madrid. Unos versos de El paraíso perdido, de John Milton, inspiraron la escultura y venían a decir :

Por su orgullo cae arrojado del cielo con toda su hueste de ángeles rebeldes para no volver a él jamás. Agita en derredor sus miradas, y blasfemo las fija en el empíreo, reflejándose en ellas el dolor más hondo, la consternación más grande, la soberbia más funesta y el odio más obstinado(Milton, El paraíso perdido, canto I).1

La obra fue adquirida por el Estado por 4.500 pesetas y se decidió enviarla a París, con motivo de la Exposición Universal de 1878 pero como solo se admitían esculturas e mármol o bronce, se iniciaron los trámites para realizar la fundición en dicho metal.

El Ángel Caído pasó luego a formar parte de la colección del Museo Nacional. En octubre de 1879 su director, Benito Soriano Murillo, sugirió a la Dirección General de Instrucción Pública exponer la obra al aire libre.La escultura se cedió al Ayuntamiento de Madrid para su instalación en un lugar público de la capital. El sitio elegido fue un espacio libre en los Jardines del Buen Retiro, ocupado anteriormente por la antigua Fábrica de Porcelanas de la China.

Francisco Jareño, arquitecto, recibió el encargo de diseñar un pedestal sobre el que se apoyaría la obra de Bellver. Se ejecutó en granito, bronce y piedra, adoptando la estructura de una fuente con un amplio pilón. Su base de granito, a modo de talud, tiene forma de pirámide truncada, de planta octogonal, y en cada uno de sus lados figura una carátula de bronce. Estas carátulas representan a diablos que sujetan con sus manos lagartos, sierpes y delfines, y en cada una de ellas hay tres surtidores de los que emana el agua.

El Ángel Caído, con las alas desplegadas y contorsionado, se apoya sobre unas rocas (que sirven de base), mientras una gran serpiente se enrosca alrededor de su cuerpo.