miércoles, 29 de septiembre de 2010

Venecia y Marco Polo




Marco Polo (15 de septiembre de 12548 de enero de 1324) fue un mercader y explorador veneciano que, junto con su padre y su tío, estuvo entre los primeros occidentales que viajaron por la ruta de la seda a China. Se dice que introdujo la pólvora en Europa, aunque la primera vez que se utilizó en Occidente acaeció en la batalla de Niebla (Huelva) en 1262.
Los Polo (Marco, su padre y su tío) vivieron allí supuestamente durante diecisiete años antes de volver a Venecia. Tras su regreso, Marco Polo contaba a la sazón 41 años y comandaba una galera veneciana el día en que se libró, ante los muros de Korcula, una batalla naval contra la gran rival de Venecia, la República de Génova, en 1298. Los genoveses apresaron a Marco Polo, lo llevaron a Génova y allí, en la prisión, Polo dictó a un tal Rustichello de Pisa las memorias de su viaje fabuloso hasta Catai (China) y el regreso por Malaca, Ceilán, la India y Persia. Rustichello redactó en un dialecto franco-véneto el libro conocido como Il Milione (El millón o «Los viajes de Marco Polo») acerca de sus viajes. El libro se llamó originalmente Divisament du monde ("Descripción del mundo"), pero se popularizó como Libro de las maravillas del mundo y, más tarde, como Il Milione.

En la familia Polo hubo otros exploradores además de Marco. Su padre Nicolás (o Niccolò en veneciano) y su tío Mateo (o Maffeo, también en veneciano) eran prósperos mercaderes dedicados al comercio con Oriente. Ambos partieron hacia Asia en 1255 y alcanzaron China en 1266, llegando a Khanbaliq o Cambaluc (Pekín). Volvieron de China como enviados del Kublai Khan con una carta para el Papa en la que pedía que enviase a gente ilustrada que enseñase en su imperio, para informar a los mongoles sobre su forma de vida.

Mateo y Nicolás Polo partieron en un segundo viaje, con la respuesta del Papa a Kublai Khan, en 1271. Esta vez Nicolás se llevó a su hijo Marco, quien pronto se ganó el favor de Kublai Khan, haciéndole su consejero. Poco después Marco pasó a ser emisario del Khan, quien le daría diversos destinos a lo largo de los años. En sus diecisiete años de servicio al Khan, Marco Polo, llegó a conocer las vastas regiones de China y los numerosos logros de la civilización china, muchos de los cuales eran más avanzados que los contemporáneos europeos.
Cuando una embajada del rey de Persia le solicita a Kublai Khan una princesa para el rey, los Polo la acompañan, decidiendo regresar a Venecia.

En su lecho de muerte, su familia pidió a Marco que confesase que había mentido en sus historias. Marco se negó, insistiendo: «¡Sólo he contado la mitad de lo que vi!».
Mientras la mayoría de los historiadores creen que Marco Polo efectivamente llegó a China, recientemente algunos han propuesto que no llegó tan lejos, y que simplemente contó la información que oía de otros. Estos escépticos señalan que, entre otras omisiones, su relato falla al no mencionar la escritura china, los palillos, el , el vendado de pies ni la Gran Muralla.

Aunque los Polo no fueron en forma alguna los primeros europeos en llegar a China por tierra (considérese por ejemplo a Juan de Plano Carpini así como la única delegación romana que partió a la China con objeto de establecer relaciones diplomáticas entre Roma y China), gracias al libro de Marco su viaje fue el primero en conocerse ampliamente y el mejor documentado hasta entonces.
La leyenda cuenta que Marco Polo introdujo en Italia algunos productos de China, entre ellos los helados, la piñata y la pasta, especialmente los espaguetis. Sin embargo, esta leyenda está muy cuestionada. Por ejemplo, hay pruebas de que la pasta era conocida en Grecia e Italia desde la antigüedad. En la España árabe hay referencias escritas acerca de los fideos (llamados entonces aletría) desde el siglo XII.
El libro escrito por Marco Polo, a pesar de que muchas de sus aseveraciones, en su época, se pusieron en duda, inspiró a muchos viajeros y exploradores. El mismo Cristóbal Colón tenía una copia en su viaje de 1492.