Nació Arquímedes en Siracusa, Sicilia. La fecha exacta de su nacimiento es dudosa, aunque se cree que fue en el año 287 A.c. Sicilia era a la sazón territorio griego. Su padre era astrónomo y pariente de Hierón II, rey de Siracusa desde el año 270 a 216 A.c. Arquímedes estudió en Alejandría ,Egipto ,centro intelectual del mundo Mediterráneo regresando luego a Siracusa, donde se hizo inmortal.
Lo cierto es que el anciano, griego por más señas, combatió durante casi tres años contra el ejército romano…y a punto estuvo de vencer: era Arquímedes de Siracusa, el científico más grande del mundo antiguo.
Y es que Arquímedes era diferente de los científicos y matemáticos que le habían precedido. Por poner un ejemplo: para calcular el área encerrada por ciertas curvas modificó los métodos de cómputo al uso y obtuvo un sistema parecido al cálculo integral. Y eso casi dos mil años antes de que Isaac Newton inventara el moderno cálculo diferencial.
Lo más importante es que Arquímedes hizo algo que hasta entonces nadie había hecho: aplicar la ciencia a los problemas de la visa práctica, de la vida cotidiana. Todos los matemáticos griegos anteriores a Arquímedes (Tales, Pitágoras, Euclides…) concibieron las matemáticas como una entidad abstracta, una manera de estudiar el orden majestuoso del diverso, pero nada más, y esto carecía de aplicaciones prácticas.
Uno de sus primeros hallazgos fue el de la teoría abstracta que explica la mecánica básica de la palanca. Imaginemos una viga apoyada en un pivote, de manera que la longitud de la viga a un lado del fulcro sea diez veces mayor que el otro lado. Al empujar hacia abajo la viga por el brazo más largo se multiplica por diez en el extremo del brazo corto. Podría decirse que en cierto sentido, la distancia se convierte en fuerza y viceversa.
Dadme un punto de apoyo –dijo Arquímedes-y levantaré el mundo. Creía que bastaba con fabricar una palanca suficientemente larga y tirar hacia abajo del brazo mayor a lo largo de un trecho suficiente: con el otro brazo, el más corto, podría levantase cualquier peso.
Hierón II estaba dispuesto a creer que su pariente podía resolver los problemas aparentemente imposibles que él le plantease. Así, cierto orfebre le había fabricado una corona de oro. El rey no estaba muy seguro de que el artesano hubiese obrado rectamente; podía haberse guardado parte del oro que le había entregado y haberlo sustituido por plata o cobre. Así que Hierón , encargó a Arquímedes averiguar si al corona era de oro puro. Arquímedes no sabía que hacer. El cobre y la plata eran más ligeros que el oro. Si el orfebre hubiese añadido cualquiera de esos metales a la corona, ocuparía un espacio mayor que el de su peso equivalente en oro. Conociendo el espacio o volumen de la corona, podría contestar a Hierón, lo que no sabía era como hacerlo sin estropearla.
En los baños públicos seguía dándole vueltas al problema. Se metió en una tinaja llena y observó cómo rebosaba el agua de pronto de puso en pie como impulsado por un resorte: se había dado cuenta de que su cuerpo desplazaba agua fuera de la bañera. El volumen de agua desplazado, venía a ser igual que el volumen de su cuerpo. Para medir el volumen de cualquier cosa bastaba con medir el volumen de agua que desplazaba.
Arquímedes no pudo esperar y dijo:¡lo encontré!¡lo encontré!(Eureka, eureka).Así descubrió que el oro de la corona había sido mezclado y el rey mandó ejecutar al orfebre.
Jamás pudo ignorar el desafío de un problema que se le planteaba, ni siquiera a edad avanzada.
En el año 218 A.c., Cartago y Roma se declararon la guerra. Siracusa se mantuvo neutral hasta que murió Hierón. En el año 213, Roma puso cerco a Siracusa. Cuando los soldados entraron en la ciudad, Arquímedes estaba resolviendo un problema.,un soldado le ordenó que se rindiera y se limitó a contestar:¡No me estropeéis mis círculos! el soldado lo mató.
Lo cierto es que el anciano, griego por más señas, combatió durante casi tres años contra el ejército romano…y a punto estuvo de vencer: era Arquímedes de Siracusa, el científico más grande del mundo antiguo.
Y es que Arquímedes era diferente de los científicos y matemáticos que le habían precedido. Por poner un ejemplo: para calcular el área encerrada por ciertas curvas modificó los métodos de cómputo al uso y obtuvo un sistema parecido al cálculo integral. Y eso casi dos mil años antes de que Isaac Newton inventara el moderno cálculo diferencial.
Lo más importante es que Arquímedes hizo algo que hasta entonces nadie había hecho: aplicar la ciencia a los problemas de la visa práctica, de la vida cotidiana. Todos los matemáticos griegos anteriores a Arquímedes (Tales, Pitágoras, Euclides…) concibieron las matemáticas como una entidad abstracta, una manera de estudiar el orden majestuoso del diverso, pero nada más, y esto carecía de aplicaciones prácticas.
Uno de sus primeros hallazgos fue el de la teoría abstracta que explica la mecánica básica de la palanca. Imaginemos una viga apoyada en un pivote, de manera que la longitud de la viga a un lado del fulcro sea diez veces mayor que el otro lado. Al empujar hacia abajo la viga por el brazo más largo se multiplica por diez en el extremo del brazo corto. Podría decirse que en cierto sentido, la distancia se convierte en fuerza y viceversa.
Dadme un punto de apoyo –dijo Arquímedes-y levantaré el mundo. Creía que bastaba con fabricar una palanca suficientemente larga y tirar hacia abajo del brazo mayor a lo largo de un trecho suficiente: con el otro brazo, el más corto, podría levantase cualquier peso.
Hierón II estaba dispuesto a creer que su pariente podía resolver los problemas aparentemente imposibles que él le plantease. Así, cierto orfebre le había fabricado una corona de oro. El rey no estaba muy seguro de que el artesano hubiese obrado rectamente; podía haberse guardado parte del oro que le había entregado y haberlo sustituido por plata o cobre. Así que Hierón , encargó a Arquímedes averiguar si al corona era de oro puro. Arquímedes no sabía que hacer. El cobre y la plata eran más ligeros que el oro. Si el orfebre hubiese añadido cualquiera de esos metales a la corona, ocuparía un espacio mayor que el de su peso equivalente en oro. Conociendo el espacio o volumen de la corona, podría contestar a Hierón, lo que no sabía era como hacerlo sin estropearla.
En los baños públicos seguía dándole vueltas al problema. Se metió en una tinaja llena y observó cómo rebosaba el agua de pronto de puso en pie como impulsado por un resorte: se había dado cuenta de que su cuerpo desplazaba agua fuera de la bañera. El volumen de agua desplazado, venía a ser igual que el volumen de su cuerpo. Para medir el volumen de cualquier cosa bastaba con medir el volumen de agua que desplazaba.
Arquímedes no pudo esperar y dijo:¡lo encontré!¡lo encontré!(Eureka, eureka).Así descubrió que el oro de la corona había sido mezclado y el rey mandó ejecutar al orfebre.
Jamás pudo ignorar el desafío de un problema que se le planteaba, ni siquiera a edad avanzada.
En el año 218 A.c., Cartago y Roma se declararon la guerra. Siracusa se mantuvo neutral hasta que murió Hierón. En el año 213, Roma puso cerco a Siracusa. Cuando los soldados entraron en la ciudad, Arquímedes estaba resolviendo un problema.,un soldado le ordenó que se rindiera y se limitó a contestar:¡No me estropeéis mis círculos! el soldado lo mató.
Biografía elaborada por David